lunes, 4 de abril de 2011

El narcocorrido

Vía LaOpinion.com 

Sus hazañas son veneradas. Los han convertido en héroes y su estilo de vida es una provocación a la imitación.

 

La vida de los narcotraficantes resulta para muchos una verdadera fascinación, y la música que habla de ellos goza de una amplia audiencia y difusión.

 

El corrido [forma musical y literaria popular] que es un recuento de la historia y sucesos del momento, se transformó de acuerdo con varios investigadores, con el término de narcocorrido. Los corridos de mujeres infieles, hombres valientes y caballos ganadores, quedó un tanto en el olvido.

 

El narcocorrido es la música de hoy. Cada vez son más los intérpretes de este género. Sus seguidores se suman por miles y las ganancias son millonarias.

 

Para muchos, el narcocorrido es más que un género musical. Es la crónica de lo que pasa a diario en México y que las autoridades no quieren decir."El narcocorrido es mucho más que la exposición de un género musical o un problema contemporáneo. Es en realidad un viaje, con todos sus matices, al mundo social y cultural de la historia de México", así describió el fenómeno Guillermo Hernández. Sus palabras fueron expuestas en el 2002 tras la publicación del libro ‘Narcocorrido: A Journey into the Music of Drugs, Guns, and Guerrillas’, escrito por Elijah Wald. Hernández, fallecido en el 2006, fue director del Centro de Investigación de Estudios Chicanos de la Universidad del Sur de California (UCLA).

 

Para el escritor y dramaturgo sinaloense Élmer Mendoza, autor de Balas perdidas [ novela que narra el tema de narcotráfico], esa vida suntuosa de los líderes del narcotráfico, se ha convertido en un atractivo para muchos, especialmente para los jóvenes, aunque no se dediquen o quieran ser narcotraficantes.

"Aunque hay muchos de ellos [jóvenes] que creen que es la manera más fácil de conseguir riqueza y poder", dijo.

 

Aunque el tema del narcotráfico había sido incluido en los corridos desde la década del 20, se trataba más bien de historias ficticias.

 

El narcocorrido rompió la regla de la prudencia.

 

Juan Carlos Ramírez Pimienta, profesor de la Universidad Estatal de San Diego, campus Imperial Valley, e investigador social y experto en el fenómeno musical, explicó que el corrido como tal surgió en México a finales del siglo XIX, con historias que narraban el desempeño de los traficantes, pero no de drogas sino de textiles o alcohol.

 

Sin embargo, Antonio Avitia Hernández, doctor en humanidades, investigador e historiador del corrido, radicado en la Ciudad de México, explicó que hay varias vertientes y una de ellas es que los indígenas en la época de la colonia componían en octosilábico [particularidad del corrido].

 

Ambos expertos coincidieron en que en el movimiento de Independencia, la Revolución Mexicana, las revueltas religiosas y los problemas con caciques; las historias fueron más épicas y fue durante esos movimientos sociales, que se dieron a conocer de boca a oído los corridos."En hojas sueltas, porque era la única manera, no se grababan", dijo Avitia Hernández, quien señaló que el primer corrido que se conoce como tal, es Las mañanas de Hidalgo.

 

De la escritura de esos corridos y de las composiciones hechas en otras décadas como el 20, 30 y hasta del 80, queda muy poco. Lo que sí está muy presente es la fascinación de las audiencias por el narcotráfico y la violencia, lo que ha dado pie a las composiciones que ahora se definen como narcocorridos.

Y que desde hace casi unos cinco años, esa violencia que se describe en ellos, se ha vuelto en contra de algunos intérpretes de ese género.

 

Los crímenes de artistas como el cantautor de narcocorridos Valentín Elizalde, conocido como ‘El Gallo de Oro", asesinado en noviembre de 2006 o de Sergio Gómez, vocalista de K-Paz de la Sierra, ejecutado en diciembre de 2007, entre otros, han generado gran interés a nivel nacional e internacional. Ellos son parte de una veintena de artistas que han sido supuestamente asesinados, por el tipo de temas que cantan o su relación con el narcotráfico.

 

Ninguna de estas versiones han sido confirmadas por las autoridades mexicanas, tampoco se han esclarecido sus asesinatos. Lo cierto es que los ataques continúan y nadie tiene una explicación clara de por qué. Los atentados más recientes fueron a los cantantes Gerardo Ortiz y José Angel Ledezma, "El Coyote".

 

El domingo 20, Ortiz sufrió un segundo atentado en Colima, México en el que su representante, Ramiro Caro y el chofer murieron. Él, hasta el momento, no ha declarado qué pasó. Las autoridades están investigando.A través de un comunicado, la disquera de Ortiz, radicado en Pasadena, confirmó que el cantante estaba bien junto con su padre y desmintió la versión de que estuviera secuestrado.

 

La camioneta donde viajaba el joven cantante, fue interceptada por sicarios, quienes dispararon con armas de alto calibre.Mientras tanto en Nayarit, a ‘El Coyote’ y su banda, le aventaron una granada al escenario. Tres músicos de la Banda Tierra Santa resultaron heridos, dos de ellos de gravedad.

 

Esa violencia, que hoy se expresa tan claramente en los narcocorridos, no estaba presente en la vertiente del pasado.El corrido ha pasado varios procesos y eso se debe, según RamírezPimienta, a los acontecimientos que vive la sociedad. Este género se transformó en corrido de narcotraficantes y luego a narcocorridos.

Avitia Hernández cuenta que a partir de la década del 30, los corridos se comercializaron en la radio. "Entonces se inventaron muchos corridos de ficción y desvirtuaron la tradición de cantar la historia", explica el historiador de origen duranguense.

 

Entre esos corridos ficticios surgieron temas como Juan charrasquiado o Porfirio Cadena.

 

Para Ramírez Pimienta, en la década del 30 ya se escuchaban canciones de drogas como Por morfina y cocaína y El contrabandista.El investigador señala, que en los años 50 y 60 hubo una "ausencia" de corridos de narcotráfico."Esto no quiere decir que no se hayan compuesto o grabado, pero no quedaron en la memoria colectiva", explica. Para mediados de los 70, comenzó la proliferación de corridos del narcotráfico.

 

Los Tigres del Norte, en 1973 con Contrabando y traición (Camelia la tejana), marcaron el renacimiento de ese género.

 

Razón por la cual, se puede considerar al compositor de ese tema Ángel González y a Los Tigres del Norte, como los padres del renacimiento de esa corriente musical, aunque la historia de esa pieza es "totalmente ficticia", confirma Ramírez Pimienta.

 

Hubo otros que también marcaron ese retorno musical como Los Huracanes del Norte y Los Cadetes de Linares.

 

Durante la década del 80 y 90, que coincide con una época de recesión económica en México, muchos narcotraficantes fueron convertidos en verdaderos héroes.

 

Uno de ellos fue Rafael Caro Quintero, uno de los narcotraficantes más famosos en la historia criminal mexicana, su nombre comenzó a aparecer en los corridos de narcotráfico.‘El narco de narcos’, como se le llamaba, fue uno de los responsables del secuestro y asesinato del agente encubierto de la Agencia Federal Antidrogas (DEA), Enrique ‘Kike’ Camarena. Investigaciones señalan a Caro Quintero junto a sus socios Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, como los principales autores del de rapto, tortura y muerte de Camarena en febrero de 1985. Los tres lideraban el conocido cartel de Sonora. Por ese crimen, Caro Quintero fue arrestado en abril de 1985 en Costa Rica y extraditado a México, donde fue sentenciado a 40 años por el crimen del agente. Actualmente cumple condena en una prisión de Jalisco.

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